Como que esto ya lo habíamos escuchado antes, esa ha sido la tónica de aprobación de este tratado.
Como siempre los políticos-empresarios tradicionales creen que tenemos memoria de peces.
Esto mismo era lo que decían con el TLC, es una decisión que se debe tomar en el congreso. Recordemos que el referendo, no fue una iniciativa del gobierno, éste se apropió de una iniciativa de un grupo de ciudadanos.
Y lo hicieron a regañadientes, ir a referéndum, porque utilizar estrategias de miedo, y utilizar recursos públicos en la campaña lo hicieron con todo el placer que pudieron.
Ha de ser que los Arias piensan que ya fue mucha democracia, a pesar de hacer trampa, ha de ser que para los Arias el que la gente decida libremente es comunismo.
Pero además es impresionante que de forma solapada pretendan que el pueblo es ignorante, que no sabe, y si intenta saber, no va a poder, porque el asunto es técnico. Según Arias solo lo políticos saben, el pueblo, ignorante, no sabe ni podrá saber, los iluminados, por le dinero y la ambición sí saben.
Patriarcalismo, adultocentrismo, autoritarismo. Solo así podemos calificar estas declaraciones.
Y es que resulta indignante que se pretenda reducir la democracia, y la toma de decisiones importantes para todo el país a un grupo de 57 diputados, 38 de ellos, levantando la mano sin ninguna discusión, sin opinión, simplemente siguiendo los mandatos de las compañías transnacionales. En la Asamblea Legislativa no hay ninguna discusión.
Finalmente, cabe decir que el señor Rodrigo Arias, ni ninguna autoridad de este gobierno neoliberal tiene autoridad moral para decirnos que firmar o no.
Luego de utilizar fondos públicos para aprobar un tratado anexionista, de planear y ejecutar campañas de terror, luego de mentirle de forma descarada a la población, luego de chantajear a trabajadores y trabajadoras, para hacer buenos negocios, difícilmente estos políticos tengan autoridad moral para decirnos que debemos hacer o no.
Desde Radio 8 de octubre, queremos dejar patente a los ministros, presidentes, o empresarios, da igual son lo mismo, que nosotros firmaremos lo que nos dé la gana, porque nosotros a diferencia de los diputados que se suponen toman decisiones, sí nos hemos estudiado los proyectos, sí conocemos la agenda de implementación y el texto del tratado.
Y no ocupamos que ningún político con complejo de rey, nos venga a decir qué hacer, cuando no tienen la autoridad moral ni la legitimidad que debe tener un gobernante que realmente sea democrático.