Piña

Este tema, de personas, de comunidades enteras, ya sufriendo los efectos de esta forma de producción de la piña, pone en evidencia lo voraz que es el modo de producción capitalista, y lo hipócritas que son sus operadores y lacayos en los gobiernos de turno, desde el Presidente de la República, este Ministro de Agricultura de Juguete, el Ministro del Ambiente sin ambiente y sin energía… pasando también por esa Ministra de Salud, que apostamos lo que sea a que no se tomaría todos los días un vasito de agua en El Cairo de Siquirres… incluyendo también a la SETENA, que no cumple con su obligación y cierra de una vez por todas a esas piñeras que incumplen las regulaciones.

Y ni que decir de ese montón de funcionarios públicos corrompidos que sencillamente prefieren el billete que la salud de seres humanos…

Esta forma de producir de piña deja desnudo al gobierno, y muestra la efectiva contradicción del modo de producción capitalista, porque esto es precisamente el capitalismo: el dinero, la ganancia, el capital, está por encima de cualquier otra cosa.

Es así de sencillo, si para producir más tenemos usar un agroquímico como el bromacil, que se sabe es tóxico, y en algunos países ¡prohibido!, pues no importa…

Tampoco importa sembrar en las pendientes, ni cerca de los márgenes de los ríos, tampoco importa que el bromacil y la tierra se laven en el río, ni siquiera importa que haya nubes moscas que atacan al ganado, menos aún importa deforestar, erosionar el suelo…

Las leyes ambientales y los estudios de impacto ambiental, les parecen un obstáculo, una majadería propia de un Estado inoperante que no sirve para nada, excepto cuando hay crisis financieras y deben salvar a los capitalistas.
Y peor las leyes laborales.

¿Cuándo han visto ustedes un sindicato en una empresa privada?

En la empresa privada de este país están proscritos los sindicatos, pero los empresarios tienen sus propios sindicatos: LAS CAMARAS DE COMERCIO.

Pero no solo la prohibición de facto del derecho de organización de los trabajadores, las condiciones laborales en las que trabajan los obreros y obreras de la piña son realmente deplorables…

Todo el día bajo el sol, sin sombra alguna, sin condiciones adecuadas para sus necesidades físicas… con salarios de esos que nadie quisiera tener, pero cuando no hay con qué comer y se tiene familia, ¡no hay de otra, hay que aceptar el pinche salario!…

¡ahí, el derecho constitucional de elegir trabajo no existe!
¿Que aplicar todo esto le sale más caro a los capitalistas dueños de los medios de producción?
Entonces ¿Cuál es el sentido de producir? ¿Al servicio de quién está la producción, y más ampliamente al servicio de quién está la economía?

El sistema está tan chingo en estos días, que se ha hecho muy evidente que el capitalismo no funciona, que la tal mano invisible de Adam Smith no tiene ningún fundamento en la realidad, y que el mercado no puede regularse a sí mismo ni tampoco genera un reparto equitativo de la riqueza, mucho menos bienestar.

Pero nos gobiernan fundamentalistas del mercado, los que idolatran el dinero, y sin rubor, ahora usan el estado para arreglar las tortas de unos cuantos.

Por ejemplo, este Ministro de Agricultura de juguete, dice NOSOTROS PODEMOS AYUDAR A LA PIÑA, cuando en realidad a quien ayudan es al capitalista, al dueño.

Las empresas debieron desde el principio invertir en sostenibilidad, en generar el mínimo impacto ambiental en la zona en que se establezcan. En generar bienestar integral en las comunidades.

¿Y porqué el Estado debe “ayudar” a una empresa privada? Una empresa privada que simplemente debió acatar las leyes que HOY existen en el país, y no solo las leyes sino principios fundamentales de respeto por la vida.

¿Para qué sirve el Estado entonces, si la inversión social la considera gasto, pero con gusto ayuda al capitalista?
¿Para qué sirve el Estado si ni siquiera hace valer la ley en favor de las mayorías para que un grupo de empresarios se beneficie?

¿A quién sirve el Estado?

No deberían enfocarse las ayudas, de cualquier tipo, en formas de producción sostenibles, tanto en lo económico, como en lo social y ambiental, donde todos se beneficien ¿porqué no promover cooperativas comunitarias?

El Ministro de Agricultura de juguete, dice deben empezar las regulaciones pero es que ¿No debieron empezar desde el principio, y no ahora cuando sus impactos negativos ya nadie los puede ocultar?

El capitalismo está desnudo, es claro quiénes son sus lacayos, cuál es su lógica destructiva… ¿No les parece que ya es hora de un cambio radical de esa lógica de producir, y poner por encima a los seres humanos sobre la economía?

Deja una respuesta