Había una vez un país, ubicado en el centro de un continente. En ese país, llamado por muchos “Huecolandia” y Costa Piña, por otros, existían una serie de instituciones del estado que, durante varias décadas, desarrollaron infraestructura y prestaron servicios a muchos y muchas sus habitantes.
Pero en Costa Piña, había, también un grupo de gente llamado la MAFIA (Monigotes Autoritarios Fraudulentos Insaciables Anónimos) que trabajaban durísimo en sacarle todo lo que podían a estas instituciones, porque resulta que eran muy rentables.
Para esto, la MAFIA tomó control del poder político y económico del paisito, y desde allí se dedicaban a sacar mucha plata.
Y como su nombre lo indica, estos Monigotes eran in sa cia bles, y no se conformaron con chupar y chupar recursos de las instituciones públicas. ¡Querían masssss!
Entonces un día el paisito, firmó un tratado de libre comercio con otro país que estaba más al norte. Y una vez acordado el mal tratado se empezaron a echar lo que quedaba. Veamos el caso del Instituto Nacional de Seguros.
Durante la administración del mafioso (así llamaban a los integrantes de la MAFIA) Miguel A. Rodríguez, se aceleró su descomposición, y para esta tarea pusieron al frente a Cristóbal Zawadzki quien ya tenía experiencia en esto del negocio de los seguros porque había ocupado la presidencia de esta institución en la administración de Rodrigo Alberto Carazo.
Zawadzki también estuvo en el Ministerio de Vivienda en la administración Calderón, y adonde fue se llevó a sus incondicionales Fernando Céspedes y Luis Mastroenni.
Y 20 años después volvieron al INS…Llegaron de nuevo…con más espuela.
Zawadzki fue denunciado en múltiples ocasiones por utilizar los vehículos del INS para pasear a su familia, por el uso preferencial que hacía de los apartamentos de la institución, por la compra de minibombas a Fernán Guardia (tesorero del PUSC en ese tiempo), para el Cuerpo de Bomberos que nunca sirvieron.
Gastó sumas millonarias injustificadas, pagó reclamos del Seguro de Automóviles a altos funcionarios de otras instituciones públicas y para rematar, pagó al suegro del entonces presidente Miguel A. Rodríguez más de 120 millones de colones en una indemnización injustificada que fue denunciada, y nunca investigada gracias a la labor del Fiscal General de la República, Carlos Arias, quien encubrió la investigación y archivó el expediente.
Esta ha sido la dinámica en el INS. Corrupción…impunidad…
Es que el INS, como el resto de las instituciones de Costa Piña, ha estado y se encuentra actualmente tomado por Juntas Directivas que han ganado méritos dentro de la MAFIA, no importa que no sepan nada de seguros, lo importante es que sepan “chorisear”( dícese de la práctica de hacer negocios fraudulentos con los bienes ajenos).
Con la llegada al poder del mafioso Oscar Arias Sánchez, llega al INS el también miembro de la MAFIA, Guillermo Constenla, que de seguros no sabe nada de nada. Y ante esta situación en 2006 la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), solicita a la Defensoría que intervenga para que se investiguen los hechos relacionados con el nombramiento del Presidente Ejecutivo y del Subgerente del Instituto Nacional de Seguros (INS), realizados por el actual Gobierno de Costa Piña pues afirman que dichos nombramientos no cumplen con los requisitos exigidos por los estatutos.
La ANEP argumentó que lo que les preocupa es que la ley que regula esta materia, se hizo para defender el interés de los ciudadanos de un país. Sin embargo esto a la MAFIA no le importa.
Y es que en el caso del Instituto Nacional de Seguros, una institución que no sólo es una aseguradora comercialmente hablando, sino que desde su creación, fue pensada como un ente fundamental para lo que alguna vez fue la “seguridad social” de Costa Piña. Todo aquello de los seguros solidarios quedó atrás.
Y ahí siguen Guillermo Constenla y Luis Ramírez, administrando los negocios de seguros de la MAFIA… y con ellos siguen también las denuncias.
Recientemente el Sindicato de la institución, UPINS, interpuso una denuncia contra Constenla ante el Ministerio Público por los posibles delitos de fraude de ley e infracción a la ley contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito en la función pública, esto por la creación de la sociedad anónima INS-INTERNACIONAL, supuestamente contraviniendo al Código de Comercio y comprar una aseguradora en Nicaragua de forma contraria a lo que establece la Ley.
Para comprar la aseguradora nicaragüense Constenla creó la sociedad, como único miembro, y para designar la Junta Directiva eligió a tres funcionarios que participan actualmente así como él en la Junta Directiva del INS, situación que no es permitida por ley.
Ante esta denuncia el INS alegó que el artículo 4 de la Ley del INS señala que el Presidente Ejecutivo no tendrá impedimento o prohibición para ser miembro de las Juntas Directivas de las sociedades anónimas en cuyo capital participe el INS.
Es que ahora en Costa Piña saquear lo que alguna vez fueron las instituciones públicas está normado por las nuevas leyes que se firmaron con el mal tratado.
Y saben qué le ha pasado a los trabajadores y las trabajadores del INS que han denunciado estos actos de corrupción? Los han puesto en la calle.
El año pasado fue despedida la secretaria de la Mujer de UPINS, Alicia Vargas, sin responsabilidad patronal. Y este año 2009, el secretario general de la Unión de Personal del Instituto Nacional de Seguros (Upins), Luis Salas Sarkis, recibió la acción de personal en la que se le especificaba la terminación del contrato laboral, por justa causa y sin responsabilidad patronal, lo que puso fin a su relación laboral de 27 años.
Así están las cosas en Costa Piña, a la MAFIA le gusta mucho ese dicho de “calladitos más bonitos” y al que se pone necio “se lo echan”.
¿Para dónde irá este paisito con estos monigotes?
Colorín colorado, el cuento de Costa Piña se ha acabado.