Escuche uno de los primeros «votando por un cerdo» de el año 2009
Categoría: 2009
El que paga la fiesta pone los músicos
Rodrigo contrató a sus amigos, conocidos y demás amigos de amigos para que le brindaran consultorías al Ministerio de la Presidencia y a todas y todos les pagó sumas millonarias por sus servicios profesionales, gastándose casi un millón 600 mil dólares en consultorías para imagen,también le pagó a varios asesores legislativos, a un mensajero y hasta para músico le alcanzó la plata.
se le aflojò la cuerda
“Lo mejor para Honduras y la democracia en general, sería el regreso de Zelaya a la Presidencia, con el compromiso de respetar verdaderamente la institucionalidad vulnerada, primero por él y luego por quienes lo destituyeron.” El distinguidísimo Julio Rodríguez
Yo Voy Volando!!
Osquillar, Mauren Ballestero, Rodriguín,Pedro Pablo Quirós y otros jerarcas del país, ya no les basta andar en carro, ahora viajan en avionetas y helicopteros oficiales y de la Fuerza Pública.
A esos les decimos que se vayan en avioneta o en helicóptero si quieren, pero que se larguen!!
Palabras del SubcomandanteMarcos-radio8deoctubre sobre elecciones
Creemos en la tierra, en la gente, en las lagrimas, en el amor, en el hambre, en el sol, en la vida que nos da el agua, en el arte, en la rabia.
Creemos en usted
Nuestras vecinas “las mujeres pecadoras”
La fama de La Puebla se debía fundamentalmente, a que en ese barrio estaba instalada una veintena o más de prostitutas de la más baja calaña, cuyo negocio daba al barrio los colores más crudos, violentos y grotescos.
El largo viaje de las drogas
Desde inicios del siglo XIX todas las drogas conocidas se encontraban disponibles en farmacias y droguerías.
Tu otra cabeza, tu otra memoria. Eduardo Galeano
Una cabeza de barro, que serà polvo, y otra por siempre invulnerable a los mordiscos del tiempo y de la pasiòn.
Una memoria que la muerte mata, brùjula que acaba con el viaje, y otra memoria, la memoria colectiva, que vivirà mientras viva la aventura humana en el mundo.
LA DEUDA
¿Por qué soy tan desgraciado? ¿Por qué tiene que ocurrirme estas cosas? ¿A mí que no tengo tierras, ni vacas, ni casa, ni nada? ¿Si solo tengo por fortuna cinco hijos hambrientos y una mujer encinta, mal cobijados en un miserable rancho, de una sola habitación, que apenas se mantiene parado?