Las Fuerzas Armadas a las órdenes del Gobierno de facto hondureño empezaron a arremeter este viernes contra los manifestantes que viajaron desde distintas localidades del país hasta la frontera con Nicaragua para recibir al presidente legítimo, Manuel Zelaya.
Tal como precisó la enviada especial de teleSUR en Honduras, Madeleine García, “ los ánimos se caldearon y la Policía empezó a lanzar bombas lacrimógenas para despejar el área en el departamento de El Paraíso (sur)”.
Pocos momentos después, en declaraciones telefónicas uno de los manifestantes que asistía a la caravana con su vehículo denunció que miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas dispararon contra éste e informó que una persona resultó herida, aún sin confirmar.
Las acciones de la las fuerzas de seguridad comenzaron minutos después que el gobierno de facto, presidido por Roberto Micheletti, adelantara el toque de queda a las 12H00 locales (16H00 GMT).
Mas temprano, los movimientos sociales y demás sectores, rompieron el bloqueo policial que se mantenía en el departamento de Paraíso en Honduras y continuaron su paso hacia la frontera con Nicaragua con el fin de recibir al presidente constitucional Manuel Zelaya.
La fuerzas militares se vieron obligadas a retroceder tras la cantidad de personas que se concentraron en este punto y los manifestantes decidieron no enfrentarlos y cruzar por las montañas aledañas donde hay varios caseríos.
TeleSUR comprobó, a través de su reportera Madelein García, que los oficiales bloquearon con bolsas de arena y otros obstáculos la carreteras para que los vehículos no pudieran continuar hacia la línea divisoria entre las dos naciones.
El Ejército de facto de Honduras mantiene bloqueada la frontera con Nicaragua, mientras los movimientos sociales esperan encontrarse este viernes con el presidente legítimo y constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, en el departamento del Paraíso.
Madeleine García obtuvo diversas entrevistas con los hondureños que se encontraban a la espera de Zelaya y todos reclamaban una libre movilización para recibir a su jefe de Estado, mientras más de cinco retenes de policías y militares fácticos se encontraban a escasos diez minutos de la frontera de Las Manos.
Pese al toque de queda que impuso el gobierno golpista de Roberto Micheletti, los anillos de seguridad no dejan transitar vehículos que se dirigen a la concentración en la frontera.
Desde el departamento del Paraíso fronterizo con Nicaragua, manifestantes denunciaron: “los retenes militares los tenemos que evadir, la policía nos da paso en algunos casos”.
“Un policía vestido de civil dentro de la manifestación nos amenazó”, dijo uno de los protestantes
“Queremos pasar en paz, nosotros, andamos únicamente con los celulares”, expresó otra de las manifestantes. “Queremos pasar en paz a recibir el presidente Zelaya”, agregó.
Paralelamente, se cumple en el país centroamericano el segundo día de un paro general que mantienen tres centrales sindicales de ese país en el sector estatal, apoyado con bloqueos de carreteras de las fuerzas populares que repudian el golpe de Estado, y esperan el retorno del presidente Manuel Zelaya.
El país se mantuvo paralizado este jueves durante varias horas por los cierres de rutas estratégicas por parte de los manifestantes, afirmó a la agencia de noticias cubana Prensa Latina el dirigente obrero Juan Barahona.
El presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores, Juan Barahona, ofreció un balance de la primera jornada calificada como exitosa por el dirigente, tomando en cuenta los bloqueos carreteros y la toma de varias instituciones estatales por los trabajadores.
Las acciones populares incomunicaron los principales puertos del país, tanto en la costa Atlántica como del Pacífico y a la capital con las zonas del norte de la nación.
Más adelante, miles de personas comenzaron a movilizarse hacia las fronteras con Nicaragua, desde donde este jueves el presidente constitucional, Manuel Zelaya, emprendió el regreso por tierra a su patria en una caravana.
Zelaya emprendió su retorno a Honduras sobre las 16H30 (20H30 GMT) acompañado por el canciller venezolano, Nicolás Maduro.
Más temprano, durante una rueda de prensa que ofreció desde la embajada de Honduras en Managua, previa a su partida, Zelaya dijo que espera, que a su arribo, las Fuerzas Armadas “se sometan a la autoridad que el pueblo escogió” y que no se manchen las manos con la sangre de su jefe de Estado. Aseguró que su regreso será pacifico y tiene como objetivo “buscar el diálogo y que vuelva la paz a nuestro país”.
Numerosas personas llamaron a Radio Globo, emisora que mantiene los micrófonos abiertos a los sectores populares, para denunciar haber sido víctimas de represión por parte de fuerzas del ejército que tratan de cerrarles el paso.
Por otra parte, un nuevo problema se le presentó al gobierno de facto y promotor del golpe de Estado, que encabeza el empresario Roberto Michelleti, por el descontento de la policía por atrasos de pagos salariales, que llevaron a una huelga a agentes de una estación capitalina.
El vocero oficial del cuerpo, Daniel Molina, trató de restarle importancia al asunto, al asegurar a la prensa que sólo se trata de problemas administrativos.
Sin embargo, agentes entrevistados por el canal 36 de la televisión, el único con postura crítica al golpe del 28 de junio pasado, dijeron que no atenderán requerimientos mientras no sean cumplidos sus reclamos.
Los problemas en ese cuerpo represivo, que incluyen al escuadrón especial Cobras, se suma al aislamiento internacional del régimen y la ola de repudio popular, que este viernes cumple su vigésimo séptima jornada.
Los dirigentes del Frente Nacional contra el Golpe de Estado subrayaron que las luchas populares proseguirían hasta la derrota de los golpistas y la restitución del orden constitucional y de Zelaya.
teleSUR – PL / in -PR