El presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, pidió este viernes tras cruzar la frontera que divide su país con Nicaragua, una reunión privada con el Jefe del Estado Mayor Conjunto, General Romeo Vázquez y miembros de las Fuerzas Armadas para agilizar su retorno al poder del país.
Zelaya, cruzó la frontera que une a su país con Nicaragua por primera vez luego de 26 días después del golpe de Estado en contra de su Gobierno, pero se vio obligado a retroceder para esperar un encuentro con los altos jefes del Ejército.
El mandatario pisó territorio hondureño, en la localidad de “Las Manos”, y en compañía de cientos de seguidores que lo han rodeado en una suerte de cadena humana para protegerlo.
En un vehículo rústico, el mandatario se dirigió a una instalación donde coversó con algunas autotridades de migración y solicitó el encuentro jefes militares, quienes tiene la orden expresa emitida por el gobierno de facto liderado por Roberto Micheletti, de arrestarlo.
“Comuníqueme con el alto mando”, le pidió Zelaya al coronel al frente de las tropas destacadas en la frontera de “Las Manos”.
Zelaya contó que le dio “la mano” al militar y le dijo que quería hablar con Romeo Vásquez, el general jefe del Estado Mayor del Ejército que lo depuso. El objetivo es “decirle que yo estoy aquí, que quiero comunicarme con él para decirle que vuelva la paz a la familia hondureña”, relató.
Según Zelaya, el militar le dijo: “Nosotros no tenemos nada contra usted”..
Poco después, decenas de seguidores llegaron por la montaña que divide a ambas naciones, al punto exacto donde se encuentra el presidente legítimo, luego de pasar los piquetes policiales en territorio hondureño.
“Ellos con dificultades han llegado hasta aquí para ver a su presidente (…) dieron toda la vuelta por la montaña y entraron por Nicaragua y bajaron hasta aquí hasta Las Manos”, reportó la corresponsal de teleSUR, Adriana Sívori
El presidente constitucional pisó finalmente suelo hondureño tras 26 días del golpe de Estado que recibió y la instalación de un régimen de facto, el cual sigue sin ser reconocido por toda la comunidad internacional.