Repetición del juicio por el asesinato de Jerhy Rivera: resumen segundo día

Repetición del juicio por el asesinato de Jerhy Rivera: resumen segundo día

Martes 20 de agosto. Día 2

Imagen afuera de los tribunales, día 2

El día inició con la continuación de la presentación de testigos; el primero en declarar fue Edwin Miranda Hernández, quien trabajó entre el 2018 y el 2023 como Director Regional de la zona sur de la Fuerza Pública. Posteriormente, sucedieron dos declaraciones más; luego de una disputa entre los cuerpos de abogados presentes en la sala, se ordenó la presencia física de la testigo principal del crimen contra Jerhy Rivera Rivera.

A continuación, un breve resumen de la declaración de Edwin Miranda Hernández.

Apenas comenzando la declaración de Miranda Hernández, le preguntaron si las medidas cautelares que mantenía Jerhy Rivera Rivera eran de su conocimiento, pues el Estado de Costa Rica debía salvaguardar la seguridad y la vida de él. El oficial indica que sí y describe el contexto inmediato de violencia y tensiones que había en el territorio Brörán de Térraba, incluso días antes del homicidio. Afirma que es muy poco lo que la Fuerza Pública podía hacer al respecto.

El comandante declara que desde que desde que inició su cargo, asumió los conflicto de tierras, trabajando estrictamente frente a las recuperaciones, asumiendo la representación del Estado. Explica además como en Salitre, Térraba, y China Kichá, según el comandante se “desarrollaban -de manera unilateral-” las recuperaciones de tierra y describía como respondían ante la respuesta de los “finqueros”.

Edwin Miranda declaró su versión sobre las acciones de recuperación de tierras poseídas por no indígenas para criar ganado. Dio su declaración sobre cómo mediaba en representación del Estado entre “finqueros” y recuperantes de territorio; describió los momentos de cuándo ingresaban los “no indígenas” a los territorios y llamaban a la policía para “alertar” que el Estado era el responsable de lo que les pasara, y que les exigían que amortiguaran la violencia que iban a ejercer los “finqueros”.

Edwin Miranda Hérnandez continúa su declaración mencionando que en ese periodo, se desarrollaron entre 13 y 20 casos donde hubo violencia con palos, machetes y todo tipo de armas, detonaciones de las armas que poseían los “finqueros”, quienes ejercían -según la declaración del policía- el 80 % de los ataques, donde se registraron quemas de fincas.

Llama la atención cómo en ese momento, el juez interrumpe la declaración, aduciendo que el testigo estaba divagando, y le dice a la Fiscal que “estas violencias no competen al juicio”. Para el criterio de otros presentes en el juicio, estos hechos corresponden precisamente al contexto que explicaría el asesinato; ante esto, la Fiscal argumenta que están coartando y limitando al testigo.

Esta escena, más parece un intento por despolitizar y descontextualizar el caso de los procesos de lucha por la tierra, y presentarlo como un hecho aislado.

El juez responde que la violencia en los Territorios no es de interés del Tribunal, porque ésta no tiene relación con el caso en proceso, por lo que pide al testigo ser limitado con los acontecimientos del caso. Una vez más, reforzando la posición de que el asesinato no responde a una violencia sistemática e histórica contra los pueblos originados por ejercer el derecho a su territorio.

Continúa el comandante Miranda, narrando como en días anteriores al hecho hubo una manifestación donde más de 300 personas hablaban en el parque de Buenos Aires, sobre el conflicto por la tierra, y allí es cuando el comandante conoce al imputado, a quien vuelve a ver hasta el día de los hechos.

El Miranda Hernández declara cómo el asesinato fue antecedido “por 3 o 4 días de recuperaciones”, resultando con intervenciones policiales todos los días; llevaron a la comunidad a agentes de la GAO (Grupo de Apoyo Operacional) y más policías de Buenos Aires, ya que ellos sospechaban que todo iba a salirse de control.

Sobre el día de los hechos, a las 6 de la tarde, iniciaron unas quemas en un terreno de uno de los “finqueros”. Y, según el testigo, los finqueros comenzaron a circular por todo el territorio.

Al ser las 8 pm, Miranda Hernández indica que él se entera que en Mano de Tigre de Térraba, hay una “X-10” (término policial para referirse a una riña). Cuando la policía llegó “arriba” sabían que iba a pasar algo, porque los días anteriores habían sucedido varios ataques, incluso el día anterior habían apedreado a varios recuperadores, y habían intentado quemar el carro de Pablo Sibar.

Dice que cuándo llegaron a la “riña”, habían más de 30 personas, todos muy violentos con grandes palos. Él divisa 2 personas en el suelo, donde Jerhy estaba con vida pero sin reacción . En ese momento la turba intentaba ingresar a la propiedad pero fueron contenidos por la policía

Testifica que cuando llegó la Cruz Roja, declararon a Jerhy sin vida. En ese momento, menciona el comandante, que recibió llamadas de Presidencia para saber qué pasaba.

Al ser las 10 :30 pm, testifica que se traslada a la casa de Varela, quien le dice: “yo lo maté, le quite la vida”. En ese momento, el acusado lo lleva al patio de su casa donde estaba el arma, y él procede a las diligencias de custodia del arma. Agrega que Varela le dice en ese momento que “tenía que hacerlo”.

En el momento, que estuvo en el lugar de los hechos, el testigo narra que desde la turba gritaban: “así tenía que terminar” ” te lo merecías”. De seguido, el comandante dice que realiza un croquis de todos los hechos; luego de un interrogatorio de las partes se procedió a llamar a otro testigo.

Finaliza la declaración de Edwin Miranda Hernández.

Testigo clave, víctima de múltiples violencias desde el crimen contra Jerhy Rivera

Melissa Garbanzo es una persona clave en este proceso judicial y su testimonio es central para conocer lo que sucedió con Jerhy Rivera Rivera. Ella es un testigo principal o testigo clave del proceso judicial.

Melissa ha recibido múltiples amenazas y agresiones desde que Jerhy fue asesinado e incrementaron luego del primer juicio que fue anulado el año anterior; incluso, el 14 de agosto del presente año, Melissa reportó dos motos que aceleraban constantemente y de manera amenazante frente a la casa de ella.

El Ministerio Público solicitó la posibilidad de que la testigo se presentara de manera virtual, tal como lo hicieron peritos el día anterior; la misma Fiscalía expuso sobre el artículo 324 y 351 del Código Procesal, así como otras leyes, normas y acuerdos que respaldaban la posibilidad de que la testigo diera su declaración de este modo

Las argumentaciones sostenían la condición de vulnerabilidad de la testigo, quien se encuentra en los últimos términos de su embarazo, y además está en el programa de protección de víctimas y testigos.

La defensa del acusado Eduardo Varela alegó e insistió que “necesitaban a la testigo de manera presencial”, indicando que el tipo de preguntas que le iban a hacer requerían de su presencialidad física. Cuestionaron el embarazo de Garbanzo como si fuese algo sospechoso o una demostración de que su declaración es falsa; también descalificaron el estado de riesgo que se vive en el territorio indígena donde fue asesinado Jerhy Rivera.

Y nuevamente, el Estado ejerce su violencia institucional contra Melissa Garbanzo, esta vez a través de un Tribunal. Se rechaza la petición de la misma Fiscalía y la justicia se inclina a favor de la petición del abogado del asesino confeso de Jerhy Rivera; después del receso de almuerzo, se presentó Melissa Garbanzo a testificar, testigo presencial del homicidio.

Garbanzo se presentó y narró los hechos que conllevaron al crimen de Jerhy Rivera, en una acción revictimizante, pues ella ya había revivido y testificado en el juicio anterior sobre los acontecimientos tan crueles que presenció.

A pesar de que la justicia patriarcal intentó violentarla nuevamente, con claridad y fortaleza, volvió a narrar minuto a minuto lo sucedido.

Narró cómo las amenazas se presentaron desde días antes y, durante la tarde, recibió un mensaje en el que iban que iban a incendiar la casa de su mamá, situación por la cual ella y Jerhy se movilizaron a defender la casa, mientras motocicletas con personas no indígenas se paseaban por el pueblo expresando ofensas.

Garbanzo declara que a eso de las 4:30pm cerraron la propiedad con una latas de zinc, para tratar de evitar el ataque de los “finqueros”. A las 6:30pm la turba comenzó a tirarle piedras al lugar, de manera que Jerhy sale a intentar detener los ataques, mientras era rodeado por una turba cada vez más grande, cada vez eran más “finqueros” en el territorio Brörán de Térraba y todo tipo de gente.

Declara el momento del asesinato de Jerhy. En determinado momento le pegaron a Jerhy en la cabeza y lo dejaron “atontado”, dice Garbanzo. Ella dice que en ese momento aprovechan para agarrarlo entre dos y someterlo, mientras la turba gritaban “arrodillen a ese perro”.

Según la testigo, cuando apareció Eduardo Varela dijo: “sosténganlo porque hasta aquí llegó”. Garbanzo declara que escuchó 3 disparos, y fue cuando Jehry cayó para atrás inconsciente. La testigo dice que en ese momento, ella quedó frente a “Neyri” (como le llaman al acusado en Térraba) quien le dijo: “ud es la que sigue”.

Mientras Jerhy estaba tirando en el suelo, los atacantes le brincaban encima, lo pateaban y gritaban “Rájenlo, sáquenle las tripas”. Melissa declara que ella logra llegar al cuerpo de Jerhy, lo pone en su regazo, y en ese momento Jerhy fallece.

Melissa Garbanzo testifica que uno de sus hermanos también fue herido de bala, ella terminó con golpes y moretones, y otro hombre con heridas de machete. Melissa narra cómo Eduardo Varela la amenazó de muerte momentos antes de que llegara la Fuerza Pública.

En el testimonio de Melissa quedaron al descubierto las diversas violencias por parte del Estado de las que ha sido víctima. Posterior a la muerte de Jerhy, las amenazas han continuado, ha sido víctima de engaños, ha sido denunciada por falso testimonio, el Patronato Nacional de la Infancia le sustrajo a sus hijos y perdió su recuperación de tierras. Ante estas situaciones, la testigo expresa que ella no es culpable de nada, pero ha pagado un alto costo por todo lo que sucedió.

Melissa Garbanzo respondió a todas las preguntas, excepto a las del abogado de Eduardo Varela, porque se sentía muy mal física y emocionalmente; que ella no podía continuar ni hoy ni otro día, porque quería solo que todo concluyera.

Luego, la Fiscal le pregunta a Garbanzo sobre los hechos acontecidos con Leonel Arburola (representante de la Asociación Multiétnica y Pluricultural de Buenos Aires; asociación que representa los intereses de un sector de los usurpadores ilegales de territorio ancestral). La testigo contesta sobre los engaños y aprovechamiento a la que Arburola intentó someterla.

Para finalizar el día, también testificó Estefani Flores, hermana de Melissa, quien se mantuvo dentro de la casa de su mamá durante los ataques.

Termina el relato de las declaraciones de testigos durante este segundo día de la repetición del juicio por el crimen contra Jerhy Rivera Rivera. A continuación la declaración de John Brenes, uno de los abogados de la familia de Jehry después de la conclusión de este segundo día de juicio:

Escuche la palabra solidaria de Félix López de Río Jiménez de Guácimo, Limón y forma parte del Movimiento de Trabajadores y Campesinos – MTC y algunas de las consignas que se escucharon en las afueras del Tribunal de Pérez Zeledón para exigir Justicia para Jerhy Rivera Rivera (en orden de descripción):

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