Así de triste y preocupante son los nuevos planes del gran “God Bless America”
Como buen imperio….estados unidos lo primero que tienen que hacer es asegurar el control de sus territorios y el de sus vecinos, así que con el plan Colombia no es suficiente….
Deben asegurar a su inmediato vecino….y para ello emprenden la militarización del México lindo y querido…
Por eso para el 2007
“La Iniciativa Mérida” fue suscrita por el estadounidense George W. Bush y el pinche Felipe Calderón.
Esta genialidad del Plan MERIDA prevé la entrega por parte de Estados Unidos de
Mil 400 millones de dólares a México y
200 millones de dolores para América Central
Esto en equipos y tecnologías a lo largo de tres año, bajo el argumento de disminuir “el crimen organizado y el narcotráfico” en la región.
A través de la Iniciativa Mérida (también llamada Plan México, por sus similitudes con el Plan Colombia) EE. UU. ha destinado 1.400 millones.
La iniciativa, que cubre los años 2007 a 2010, ha permitido a Calderón desplegar más de 50.000 efectivos militares por todo el territorio nacional.
El resultado:
Incremento exponencial de la violencia y violaciones constantes de los derechos humanos por parte del Ejército –que se han incrementado un 600% desde que arrancó el Plan México– por primera vez en la historia, de maniobras militares conjuntas entre México y EE. UU., en la que participaría la 4ª Flota estadounidense
y para que veamos como estas dos iniciativas están bien pensaditas y bien juntikas:
Se dio un acuerdo entre Calderón y Uribe para la creación del “Grupo de Alto Nivel de Seguridad y Justicia”
Con el fin de que ambos países coordinen acciones referidas a seguridad y justicia.
Dos de los espacios que han luchado abiertamente contra este plan lo constituyen tanto
• la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
• Como el Observatorio de la Conflictividad Social en México
Quienes ha trabajado denuncias sobre como:
“en nombre del combate al narcotráfico y al terrorismo figuran un campo de batalla en donde los verdaderos criminales permanecen en la impunidad, mientras los líderes sociales son perseguidos, criminalizados y encarcelados por procesos judiciales absurdos”.
Desde su aplicación, la presencia de tropas en comunidades y ciudades mexicanas ha incrementado de manera exponencial a 45,000 militares y con ello los reportes de violaciones de derechos humanos por el Ejército aumentaron seis veces
la violencia hay llegado a 12,300 muertos relacionados a la lucha contra el narcotráfico.
Lo que si evidencia la real intención del Plan Merida son las medidas represivas para el control de migrantes centroamericanos, y lleva a una situación de criminalización de la protesta civil.
Así dirigentes y bases de los movimientos sociales han sido falsamente acusados de narcotráfico, producción de droga y terrorismo…como sucedió en los casos de ATENCO y Oaxaca..donde grandes luchadores se les acuso sin ningúna evidencia ni sentido el trafico de drogas..
Asi el Proyecto Mesoamérica es la zanahoria que viene acompañada de un garrote denominado la Iniciativa Mérida, versión local del Plan Colombia. Narcotráfico y maras se han convertido en el pretexto para la militarización paulatina del istmo, siendo que los dos problemas traen un rotulo visible que dice ‘made in usa’
Sobre ello L@s compas zapatistas dicen:
El plan Mérida no es contra la delincuencia, sino un instrumento para encarcelar, torturar y desaparecer a los que luchan por sus derechos.”
En realidad es para hostigar, encarcelar, torturar y desaparecer a la gente que se organiza para defender sus derechos.”
Ellos imponen leyes propias en favor de los grandes empresarios, dejando al pueblo en el olvido, la pobreza y la miseria, y nos quitan los recursos naturales sin tener gozo de lo que es nuestro.
Por ello este plan merida, nos dicen quienes a el se enfrentan no son más que parte de un drama singular en donde los Estados Unidos pone el mercado, los precursores químicos, las armas y el blanqueo de las ganancias de las drogas; al mismo tiempo que estampa un sello de represión en toda la región, acompañado en los últimos años de una proliferación de bases para supuestamente desde ahí controlar el flujo de estupefacientes.
Es evidente la realidad detrás de todo esto cuando surgen bandas de militares organizados, entre ellas los zetas y kaibiles, que posteriormente de participar en las fuerzas represivas pasan a conformar las huestes de sicarios de los carteles de las drogas.
La Iniciativa Mérida incluye a las maras como uno de sus objetivos militares, sin tener en cuenta el origen socioeconómico de la problemática y el papel jugado por las políticas económicas neoliberales y el desplazamiento poblacional causado por las guerras locales de los años 80.
México y Honduras en la actualidad ostentan el calificativo de estados fallidos, como producto de las intervenciones directas de los Estados Unidos que ha comprobado la utilidad de derruir las instituciones locales para justificar intervenciones.
El efecto dominó se hará sentir en los próximos meses y Guatemala se encuentra en la lisa de espera. Para el imperio la apropiación de los recursos naturales es un objetivo inminente,
¿Será cierto que a la actual administración de Washington le preocupa el narcotráfico? Si hubiera un interés real por terminar con un problema de salud pública tan amplio como el consumo de drogas ilegales en su país (los cálculos más conservadores ubican en 15 millones la cifra de adictos en el territorio estadounidense), muy otras deberían ser las iniciativas. Quemar sembradíos de coca o de marihuana en las montañas de Latinoamérica o llenar de armamento sofisticado a las fuerzas armadas de los países al sur del Río Bravo no baja el consumo de estupefacientes entre los jóvenes de New York o Los Ángeles. ¿Por qué se sigue militarizando un problema que no es militar? O bien el asunto está mal encarado en términos técnicos, o bien –nos quedamos con esta segunda hipótesis– hay otros intereses tras esta “guerra a muerte” contra el narcotráfico.