#JusticiaParaJerhy #JusticiaParaLosPueblos #2024
Viernes 23 de agosto. Día 5
Este quinto día de audiencias fue largo y excedido en el tiempo de interrogatorio de los testigos presentados. En total se presentaron tres testigos: el investigador ocular de la escena del crimen, un testigo protegido por el programa de testigos que fue obligado a declarar, y el primer testigo de la defensa el cuál se presenta como un indígena “amigo” de todos y contrario a las “invasiones” (así le llaman los usurpadores ilegales a las recuperaciones de territorio ancestral).
Otro dato importante de señalar es que el tiempo designado para desarrollar este juicio fue insuficiente por lo que el Tribunal asignó los días 27, 28, 29 y 30 de agosto del 2024 para continuar con la sesión judicial.
Por otro lado, doña Digna Rivera, madre de Jerhy Rivera Rivera, estuvo presente en los Tribunales de Justicia de Pérez Zeledón durante estos 5 días. Ella ha expresado claramente que el hecho de que el mismo sistema de justiciar aceptara revertir el proceso judicial anterior por una apelación de la defensa de un asesino confeso, fue un duro golpe para el espíritu de una abuela indígena que ha visto cómo el sistema de justicia sistemáticamente se pone del lado de quienes usurpan y agreden los territorios indígenas.
A pesar de que el poder del dinero y los intereses políticos intentan imponerse una vez más, Doña Digna, como su nombre, se mantiene dignamente atenta de todo este nuevo proceso judicial. A continuación, algunas palabras que ella le envía a todas las personas que están siguiendo este juicio.
Testimonio de William Mora Alfaro
La mañana del quinto día de este Juicio, arrancó con la declaración de otro de los testigos aportados por la Fiscalía; el investigador judicial del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) encargado de la inspección ocular y responsable de firmar uno de los informes sobre las diligencias investigativas relacionadas con el crimen de Jerhy para el Ministerio Público.
Para poner más en contexto, según la ley orgánica del OIJ de Costa Rica, estos funcionarios tienen funciones investigativas y policiales. Los investigadores del OIJ realizan inspecciones oculares, recolectan evidencias, revisan a sospechosos, entrevistan a testigos, examinan antecedentes y archivos, visitan lugares, participan en allanamientos, inspecciones y reconstrucción de hechos, asisten y declaran en juicios, presentan informes, y coordinan diferentes acciones con otros cuerpos institucionales según el Ministerio Público les solicite.
Aportado lo anterior, es importante decir que este testigo también resultaba clave para la Fiscalía y para el proceso. Por esa razón, el interrogatorio del mismo se extendió durante toda la mañana y un tiempo más después de regresar del receso del almuerzo.
La representación de la Fiscalía empieza su interrogatorio preguntándole al testigo: ¿Qué sabe sobre los hechos debatidos en el juicio?
El testigo menciona que pasadas las 00 horas del 25 de febrero del 2020 se presenta al Territorio de Térraba junto con el resto del equipo investigador, específicamente a 1 km al sur del centro, camino San Antonio. Menciona que cuando llega al lugar estaba la Fuerza Pública y personas de la zona que se identificarán después.
El testigo describe el lugar de los hechos como un lugar solitario con 3 edificaciones visibles, dónde también se ubica el lugar de residencia de Juan Eduardo Varela, el imputado.
Posteriormente, el testigo empieza a relatar sobre las evidencias que fueron encontradas en el lugar de los hechos. Menciona el hallazgo de tres elementos balísticos de un arma de fuego tipo pistola 9mm y un arma cortante, un machete; en un sector de la escena encuentran gasas hospitalarias, unas medias, botas y manchas de sangre en el suelo, que probablemente correspondían a la persona herida de apellidos Varela Rojas.
Menciona que cerca del cuerpo encuentran ropa y una botella con algo parecido a un mechón que podía ser una “bomba incendiaria”, y que no se recoge ninguno de esos dos indicios.
La representación de la Fiscalía le hace algunas preguntas puntuales más sobre los indicios recolectados en la escena del crimen y posteriormente, le pide continuar con su testimonio. El testigo menciona que no hay patólogos en la zona, por lo que proceden a revisar preliminarmente el cuerpo de Jerhy Rivera: le ubican tres impactos de bala, un golpe en la parte posterior de la cabeza, así como otras lesiones en el cuerpo que posiblemente se realizaron cuando se movió el cuerpo, pues determinan que el cuerpo no estaba en la posición original cuando cae por los impactos de bala.
Después, Mora Alfaro empieza a relatar sobre lo que Melissa Garbanzo, otra de las testigos clave, había declarado en su primera entrevista posterior a los hechos. Dice que Garbanzo declara que ella estaba en la casa de su mamá Marielos Gutiérrez porque se rumoreaba que ese lugar iba a ser atacado por las personas que merodeaban la comunidad durante ese día con actitud amenazante; las personas que se encontraban en la vivienda, deciden poner una lámina de zinc en la entrada principal del lugar para intentar protegerse de ese posible ataque.
El testigo continúa el relato dado por Garbanzo y menciona que en determinado momento se agrupan personas al frente de su casa y que lanzan una piedra que impacta a Jerhy Rivera y que Jerhy se enoja, se brinca la lámina de zinc y empieza a forcejear con quienes lanzan la piedra.
La confrontación continúa, Jerhy le quita el machete que tenía en la mano una de las personas que está en el grupo de atacantes y empieza a volar machetazos al aire; la cantidad de gente que se aglomera en la entrada de la casa de la familia Gutiérrez sigue aumentando, cuando en determinado momento golpean a Jerhy Rivera en la cabeza y queda “atontado” momento en el que lo sostienen entre varias personas de la turba agresiva.
Según el testigo, la entrevista de Garbanzo revela que en ese momento ella ve acercarse a Varela con el arma y decir “hasta aquí llegaste, cholo hijueputa” y le dispara por detrás. Entre las personas que están en la turba, se dicen entre ellos que “no venían a matar nadie”, acto seguido el imputado se dirige a esta gente y les dice que tienen que decir que fue en defensa propia.
En este momento, la defensa del imputado interviene y le dice al jurado que el investigador no hizo esa entrevista a Garbanzo. El tribunal acoge lo dicho por la defensa y expresa su molestia porque el testigo está relatando una entrevista que no realizó y también le cuestionan que se haya referido a dicha entrevista.
El Tribunal le pregunta quién hizo la entrevista, a lo que responde que otro de los investigadores del caso, que él leyó esa primera entrevista y aclara que posteriormente él le hace otro interrogatorio a Melissa Garbanzo.
Le preguntan también si él hizo alguna entrevista dice que sí, que a Víctor y Stephanie (hermanos de Melissa Garbanzo e hijos de Marielos Gutiérrez). Le preguntan si le realizó entrevista a Juan Gabriel Flores (el otro testigo de la Fiscalía que se encontraba en el lugar de los hechos) a lo que responde que sí.
Pasado este momento, Mora Alfaro continúa con su testimonio y menciona que saben de otro herido, Juan Luis Varela Rojas, el hermano del imputado. Dice que no le pueden entrevistar en ese momento porque se lo llevan al hospital. Posteriormente, le piden a Juan Luis Varela la epicrisis realizada en la Clínica dónde lo atendieron para consignarla en el informe; la epicrisis confirma cortes en miembros inferiores.
Luego de salir del hospital, se entrevista al hermano del acusado y este da su versión de los hechos: hay una quema en una finca, él se va a solucionar la quema con otras personas en motocicleta, cuando pasan frente a la casa de Marielos Gutiérrez, Jerhy Rivera le lanza un artefacto incendiario, este cae de la motocicleta y queda desorientado y que en este momento Rivera le ataca.
La representación de la Fiscalía le consulta si hubo reportes de incendios o si observó algo parecido a un incendio en los alrededores de la escena del crimen, a lo que responde que no vio ningún incendio.
La Fiscalía le pide realizar un croquis sobre la escena del crimen, incorporando el lugar dónde estaban cada uno de los indicios recolectados, así como el cuerpo de Jerhy Rivera y la distancia entre el lugar de los hechos y la casa del imputado.
Este croquis se usó constantemente como referencia para lo que restaba del interrogatorio de las partes.
El testigo menciona que terminan de procesar la escena entre las 4am y 5am del 25 de febrero del 2020, y que posteriormente realizaron una re-inspección del lugar (ver testimonio de investigador a cargo de la reinspección).
El testigo Mora Alfaro testimonia que el cuerpo investigativo realiza un allanamiento en la propiedad de Juan Eduardo Varela Rojas y encuentran el arma. Dice que él no participó de ese allanamiento.
Según las pruebas balísticas, tanto los casquillos de bala como las balas que extraen del cuerpo de Jerhy Rivera coincidían con el arma encontrada en la casa del imputado.
La Fiscalía le consulta por otras diligencias que haya hecho el grupo de investigación designado al caso y menciona que detectan que el arma pertenecía a otra persona, que el arma no estaba debidamente inscrita por el imputado y que él tampoco tenía permiso de portación de armas.
La Fiscalía le pregunta a sus testigo si él conoce los conflictos que se dan en los territorios indígenas de la zona de Buenos Aires de Puntarenas a lo que le responde afirmativamente y se refiere a que sabe sobre las “recuperaciones de tierra de hecho” que se están dando en esas zonas y amplía su respuesta sobre esos hechos refiriéndose al análisis que hace el criminólogo Fabián Vargas sobre los territorios y que el testigo incluye en su informe como una referencia fáctica.
Llama la atención que el investigador utilizara en este punto el concepto “recuperaciones de hecho” pues hay una disputa narrativa entre los pueblos originarios que reivindican el concepto “recuperación territorial” para describir la acción que conlleva al ejercicio de control y autonomía sobre su territorio frente a la narrativa de los usurpadores de tierras indígenas y sus aliados los cuales utilizan el concepto “invasiones”.
Este detalle tampoco pasó desapercibido a la defensa del imputado, la cual objetó esa parte del interrogatorio aduciendo que era improcedente y generalizado e intenta detener el interrogatorio. La Fiscalía defiende su postura y esa parte del interrogatorio es aceptada por el Tribunal.
El interrogatorio continúa y le cuestionan porqué no se recolectaron algunos indicios como la ropa y la botella con mecha. El testigo responde que en ese momento consideraron que no era necesario porque las agresiones habían sido con arma de fuego y arma blanca; amplía diciendo que no lograron identificar a cuál “bando” correspondía esa botella.
Posteriormente, el testigo de la Fiscalía testifica que la investigación concluye que Juan Eduardo Varela Rojas asesina a Jerhy Rivera momentos después de que Juan Luis Varela Rojas fue cortado con el arma blanca.
Explica que por la posición de los casquillos en el suelo y las manchas de sangre, se determina que ninguno de las dos personas de apellidos Varela Rojas estaban cerca de Jerhy cuando es impactado por las balas. La autopsia muestra que las balas entraron por detrás, de arriba a abajo.
El testigo menciona que en la entrevista realizada a Víctor Gutiérrez en el momento de los hechos, este era él que estaba de frente a Jerhy Rivera y que él recibió un impacto de arma de fuego.
El testigo afirma, a partir de su investigación, que no hay manera que los disparos contra Jerhy Rivera se hayan hecho en el mismo momento de los cortes de Juan Luis Varela Rojas.
Luego de este extenso bloque interrogatorio continúa la parte Querellante la cual centra su interrogatorio en dos cuestionamientos principales: ¿sabe si se hicieron denuncias por los cortes a Varela Rojas? a lo que el testigo responde que no. ¿Sabe si ha habido otra persona muerta por estos conflictos de tierra? “Sí, en el 2019 en Salitre.”
Ahora, correspondería a la defensa técnica hacer las preguntas. Este bloque de preguntas se extendió por un tiempo considerable pues la estrategia de la defensa se concentró en intentar invalidar el informe presentado por el OIJ, y presentar al investigador como el funcionario que no hizo bien su trabajo y/o es cómplice de quienes están en los procesos de recuperación de tierras.
El bloque de preguntas arrancó preguntándole al testigo si él había llevado un curso policial para ser investigador, si había tenido alguna actualización y/o refrescamiento de sus conocimientos técnicos. El testigo responde afirmativamente a las dos preguntas, y amplía diciendo que en el 2017 y este año recibió una actualización de sus conocimientos en diversas áreas.
La defensa continúa con sus preguntas, cuestionando lo que ha aprendido en esas actualizaciones y cuestionando su capacidad como investigador.
Le preguntan al testigo si lo que él tuvo a cargo y firmó como responsable fue un informe final o un informe preliminar. Él confirma que fue un informe preliminar, pues el informe final se realiza conjuntando todas las diligencias hechas por el cuerpo de investigadores designados al caso.
El cuestionamiento al procesamiento de la evidencia continúa. La defensa le hace preguntas sobre las formas y momentos de hacer entrevistas. Por ejemplo, le preguntan si el investigador Carlos Monge (jefe regional del OIJ en el 2020 y jefe de la investigación del OIJ en este caso crimen) fue el que le hizo la primera entrevista a Melissa Garbanzo; también le pregunta por la entrevista realizada al herido Juan Luis Varela Rojas y qué en carácter de qué se le hizo la entrevista si como testigo, imputado o sospechoso.
También le preguntan al testigo Mora Alfaro si sabe si el lugar de los hechos fue contaminado, a lo que el testigo respondió que no sabía. Le preguntan qué tan iluminado estaba el lugar de los hechos a lo que responde que había poca luz, no había luz artificial.
Otro hecho que la defensa cuestiona incisivamente, fue que algunos indicios no fueron recolectados para procesarlos en el laboratorio: la ropa y una “pichinga” que fueron fotografiados e incorporados en el informe pero de las cuales no hay registro físico en la recolección de pruebas.
El testigo responde que en ese momento se decidió no recoger esos elementos porque no observaron nada quemado, y que esa decisión de no recoger esas prueba así como otras decisiones son tomadas por el jefe de la investigación.
Por esa razón, la defensa le cuestionó porqué él como investigador pidió una re-inspección de la escena del crimen. El testigo responde que querían saber si había más elementos balísticos u otros indicios que no habían sido vistos en la primera inspección.
En este momento, la defensa del imputado pide mostrar las fotografías de la reinspección realizada para intentar contrastar la afirmación del imputado de que no vieron quemas, pues en la re- inspección localizan y registran un área pequeña de zacate chamuscada y una botella de vidrio quebrada con algo que parece ser un mechero, distinta la botella que fue hallada en la primera inspección.
Después le pregunta por el momento del allanamiento de la casa del imputado, si encontraron pichingas, mecheros y/o otro tipo de armas. Responde que no.
En este momento, la Fiscalía objeta una de las preguntas del interrogatorio argumentando que la Defensa realiza preguntas especulativas y se la aceptan; hay que decir que para ese instante ya se habían hecho dos objeciones anteriormente -una de la parte querellante y otra de la Fiscalía- sobre las preguntas que había hecho y habían sido rechazadas por el Tribunal.
La Defensa vuelve a ser incisiva en cuestionar por qué el equipo investigador y particularmente él, como encargado de la investigación ocular, no recogieron el machete para procesarlo si fue etiquetado como indicio y era una de las posibles armas utilizadas contra Varela Rojas.
Es importante destacar, que el hecho de que no se recogieron y procesaron indicios como el machete, la pichinga, la ropa y las botellas de vidrio si no que simplemente se fotografiaron, fue un recurso ampliamente utilizado por la Defensa como parte de su estrategia, por lo que las preguntas dirigidas en este sentido fueron muchas y se prolongaron por tiempo considerable.
El interrogatorio continuó haciendo una breve mención a los hechos acontecidos durante el 23 de febrero del 2020.
Luego, le consultaron si él sabía si el acusado era indígena a lo que responde que preguntaron en “Boruca pero no obtuvimos respuesta”.
Le consultan si como investigadores obtuvieron información de quiénes fueron las 3 personas que sujetaron a Jerhy Rivera después de que fue golpeado en la cabeza a lo que contesta que no fueron identificadas; esto también provocó un férreo cuestionamiento por parte de la Defensa.
Para cerrar este bloque de preguntas, la Defensa enlaza una pregunta que le hizo al testigo al inicio de su interrogatorio: cuál es la diferencia entre certeramente y posiblemente, pues en la redacción del informe el utiliza la palabra “posiblemente” y no “certeramente”.
Finalmente, el Tribunal le realiza preguntas al testigo Mora Alfaro para obtener más detalles sobre las heridas en el cuerpo de Jerhy Rivera: el modo que entraron las balas al cuerpo, la distancia, si varía el ingreso de las balas dependiendo de la posición del cuerpo, si habían marcas de arrastre en el cuerpo, si notaron otros golpes importantes aparte del golpe de la cabeza.
Finaliza el testimonio del investigador William Mora Alfaro.
Testimonio de Víctor Manuel Flores Gutiérrez
A pesar de que la Fiscalía había mencionado el día anterior que uno de sus testigos amparados por el programa de protección de testigos no quería presentarse a declarar porque vivía cerca del imputado y tenía mucho temor a represalias, el Tribunal tiene la potestad de obligar a cualquier persona a declarar ante el juzgado si le parece necesario.
Por esta razón, Flores Gutiérrez fue citado por el Tribunal para interrogarlo. Esta persona es una de las personas que estaba en el lugar de los hechos, se reconoce como indígena Térraba, es uno de los hermanos de Melissa Garbanzo, y la persona que resulta herida por las balas que dispara Varela Rojas contra Jerhy Rivera.
Apenas comienza el interrogatorio de la representación de la Fiscalía, el testigo responde que él no quiere hablar de lo que aconteció en el crimen contra Jerhy Rivera. El testigo se mira nervioso, y realmente no quiere hablar por lo que el Tribunal le recuerda que está obligado a responder las preguntas que le van a realizar.
Tiene casi de frente al acusado, a la 1 o 2 si usamos de referencia espacial las manecillas de un reloj. Tiene casi de frente a esa persona a la que le tiene miedo pues siguen siendo vecinos en Térraba. La sesión del día se desarrolla en una sala de juicios bastante pequeña, donde la cercanía entre las personas presentes en la sala es inevitable.
Le hacen preguntas sobre el momento de los hechos del crimen. Responde constantemente “No sé”, “no vi”, “me fui cuando me rozó la bala”. Lo poco que testifica es que había mucha gente, carros y motos en la calle principal, en la entrada que lleva a la casa de su mamá.
Dice que la propiedad de su mamá la tienen por que ella se la compra a una persona que no recuerda quién es porque ellos habían vuelto al territorio después de vivir en San Vito, que ella tiene los papeles, que no hicieron una recuperación.
Le piden dibujar un croquis para que describa visualmente dónde estaba ubicado en el momento en el que le roza la bala. Realiza el croquis y le hacen más consultas sobre ese instante en el que se detona el arma de fuego; le piden que muestre la cicatriz de la herida, si le quedó alguna.
La Fiscalía le pregunta si ha hablado con la familia de él sobre lo que sucedió ese día. Él responde que no le gusta, que le afecta. ¿Por qué le afecta? No me gusta, responde el testigo. ¿Ha recibido amenazas? No.
¿Por qué no quería venir si usted es un testigo con protección? Responde no me han llamado nunca, antes de que el tribunal decidiera anular esa pregunta después de la objeción de la Defensa del imputado.
Continúa la parte Querellante. ¿Qué hacían esas personas afuera de la casa de su mamá? No sé, gritando. ¿Qué actitud tenían esas personas? Gritando, querían entrar. Le preguntan dónde estaba el resto de su familia, Jerhy? Dice estar sólo, parado a la par de la lata de zinc (que pusieron para contener la entrada de los atacantes, según el testimonio de otros testigos).
¿Recuerda alguna otra persona herida? No. ¿Jerhy murió o le quitaron la vida? No sé. ¿Murió el mismo día en el que usted está parado a la par de la lata? A lo que entiendo, sí.
¿Habían muchos carros y motos? Sí. ¿De dónde venían, de Térraba o San Antonio? De los dos lados. ¿Dónde está la casa más cerca? A 200 mts, algo así (no se atreve a testificar que esa casa es la casa del acusado que tiene casi al frente de él)
Sigue la defensa técnica del acusado. ¿Quién es Arnoldo Gutiérrez? Es primo mío. ¿Ha hablado con él sobre esto? No. ¿La policía lo entrevistó? No. ¿Ha ido a los tribunales de Buenos Aires? No. ¿A quién le compró esa propiedad su mamá? No recuerdo, no sé. ¿Ha tenido accidentes de motos? Sí. ¿Esas marcas del brazo, son de accidentes de moto? Sí. ¿Cuáles? El testigo muestra dos cicatrices que no son las mismas a la cicatriz que había mostrado como producto del roce de la bala. La Defensa, irónicamente, cuestiona que la otra cicatriz sea efectivamente por el roce de bala.
El bloque de preguntas a este testigo las concluye el Tribunal. Le realiza más preguntas sobre su ubicación con respecto a la lata de zinc, responde que él estaba a la “derecha de la lata”, coincidiendo con lo que habían dicho otros testigos sobre él.
Le preguntan si Jerhy Rivera tenía “una relación” con Melissa Garbanzo, responde “No sé”. ¿Hace cuánto lo conocía? Poco. Le piden ampliar su respuesta a lo que dice que llegaron de San Vito hacía poco tiempo.
Le hacen algunas preguntas más sobre la herida que recibió. Concluyen preguntando que si sabe en qué parte de la escena del crimen murió Jerhy a lo que responde también “No sé”.
Finaliza el testimonio de Víctor Manuel Flores Gutiérrez
Testimonio de Arnoldo Gutiérrez
Con este testigo se abre la ronda de pruebas testimoniales de la Defensa del acusado. Se define como indígena Térraba, primo de Marielos Gutiérrez y familiar de Melissa Garbanzo.
La Defensa del acusado no concluye su interrogatorio; sin embargo y en medio del interrogatorio, es posible ir trazando las diferentes estrategias que tiene planteada la Defensa para liberar a un asesino confeso intentando mostrar que actúo para proteger su propiedad y a su familia, y sentar la jurisprudencia necesaria para hacer pasar como “conflictos de tierras entre indios” las violencias y agresiones que constantemente cometen los usurpadores de territorios indígenas contra las personas que ejercen sus derechos indígenas.
Inicia la ronda de preguntas por parte de la Defensa del acusado. ¿Sabe por qué fue llamado? Sí. ¿De qué se trata? De la muerte de otro indígena. ¿De dónde conoce a Varela Rojas? De la comunidad, desde chiquillo. ¿Conoció a Jerhy? Sí, fuimos amigos hasta que tuvimos un problema. ¿Cuáles problemas con Jerhy? Teníamos diferencias de pensamientos, dice el testigo de la defensa.
Amplía su respuesta y dice que Jerhy era su amigo pero que él no estaba de acuerdo con las “invasiones” a las propiedades. Dice que Jerhy intentó convencerlo varias veces para que apoyara esas “invasiones” pero a él no le parecía correcto. Menciona que Jerhy recientemente le había dicho que le ayudara a entrar a la propiedad de Juan Eduardo Varela, a la par de su hermana Marielos, a lo que él testigo dice que le respondió que no, que él no se iba a prestar para eso porque Varela Rojas era su amigo y que todos ahí eran indígenas.
A lo que Jerhy supuestamente le contestó “Yo a ese hijueputa lo voy a sacar, sea como sea, si tengo que matarlo, tengo que matarlo”. A lo que el testigo dice que le contestó que él no iba a matar a nadie, porque después lo mataban a él.
El testigo dice que él fue el que ayudó a Marielos a hacer el negocio de la propiedad, que él se iba a ganar una platilla por la venta de esa tierra. Menciona que la propiedad se la compraron a Johnny Arce. Le preguntan si Arce era indígena y responde que “no era indígena, bueno, no sé su genealogía, pero no estaba con la ADI ni nada”.
Después la defensa del acusado le pregunta al testigo que si sabe porqué hacen “invasiones”. Responde que hay un tal Pablo Sibar que es el que le dice a la gente que vayan a meterse a una propiedad y que hay un “ grupito” que lo sigue.
Le preguntan si sabe si quién era Jerhy Rivera y si era un líder de la comunidad. El testigo responde que no era un líder, que él se autonombraba, que era una persona problemática.
El interrogatorio ahora se dirigen a intentar deslegitimar los procesos de recuperación de tierras: le preguntan si hay respaldo de toda la comunidad para hacer las “invasiones”, responde que no, que sólo un grupo pequeño que se beneficia de eso. “Invaden, luego venden, y luego se vuelven a meter a otra finca” dice el testigo.
Continúa su testimonio con el desarrollo de los hechos el día del crimen. Dice que unos días antes, como 5 u 8 días antes, habló con Melissa (Garbanzo), y que ella le dijo que ellos se iban a meter a la propiedad del ahora acusado Varela Rojas, que le iban a quemar la casa si era necesario y que estaban armados.
La defensa interrumpe y le pregunta si sabía si Melissa y Jerhy tenían “una relación”. Dice que no sabe, que no se anda fijando en eso, aunque por la manera en que contesta da a entender que sí tenían una relación sentimental. ¿Es normal que las mujeres en los territorios tengan varias parejas? No, no sé.
El testigo sigue con su testimonio y dice que andaban diciendo que Pablo Sibar se iba a meter en esos días a varias fincas, e insiste en hablar sobre la amenaza de Melissa Garbanzo contra la propiedad de Eduardo Varela Rojas. ¿Usted le avisó a Eduardo lo que estaban planeando? Sí, responde.
Amplía diciendo que se lo dijo al frente de un familiar del testigo que se nombra como Reimond; que él le dijo que fuera a testificar pero que Reimond le dijo que tenía miedo porque trabaja donde una de las hermanas de la familia Rivera.
Acto seguido, testifica que la familia de Jerhy siempre había estado promoviendo ese tipo de “cosas”, que el papá de Jerhy (Enrique Rivera) fue el que le “envenenó” la mente; y acusa a Enrique Rivera de apropiarse de una finca de Térraba con dineros públicos y que sus hijos y su esposa (Digna Rivera) administran “eso”.
La Defensa le vuelve a preguntar que porqué Jerhy Rivera quería “apropiarse” de la propiedad de Eduardo Varela Rojas que tanto le había costado comprar con su trabajo en Estados Unidos. Responde que es que Jerhy creía que esa tierra era de su abuela, pero que después había estado en muchas otras manos.
Le pregunta por la “invasión de Mano de Tigre”, responde que no sabe bien quién la hizo. En ese momento le vuelve a preguntar si él está a favor de las “invasiones”: repite que él no está a favor de “eso”, que todos son amigos de él y que lo han querido convencer de lo contrario.
En este momento, vuelven a mencionar a Pablo Sibar. La defensa del acusado le realiza una serie de preguntas al testigo sobre Sibar y el manejo de los recursos en la recuperación de Crun Shurin. La defensa y el testigo hacen lo posible por demostrar lo contrario a lo testificado por Sibar y que hay problemas internos en la “invasión”.
Posteriormente, vuelven al relato de los momentos antes del crimen. Le piden que hable a dónde estaba él, y responde que estaba en la finca de Fernando Guadamuz, y luego donde otra señora familiar de Jerhy Rivera. En ese último lugar estaba con Raimond y dice que observan que hay una “gente” haciendo alusión a Jerhy y otras personas echando cosas en un carro, unas pichingas y unos palos.
Dice que Aurora y Jorge (hermanos de Jerhy) le gritan que “No lo haga, no se meta en problemas”, pero que igual se fueron y los hermanos se lamentaron.
Le pregunta la Defensa si sabe si Fernando Guadamuz era indígena. Responde que era indígena pero no de Térraba.
Le piden que continúe con su declaración de los hechos anteriores al crimen y testifica que él se fue a revisar las quemas que habían para ver qué podía hacer. Que otras personas también andaban viendo que nadie se metiera a otras fincas e intentando controlar el problema del fuego.
Después de esos momentos, testifica que se va a buscar a Varela Rojas para informarle lo que él mismo dice que Jerhy y Melissa supuestamente planeaban hacerle. Según él, quería intentar “mediar” en la situación.
Cuando está llegando a donde vive el acusado, oye “los bombazos”. Primero uno, e inmediatamente otros más. Cuando llegó al lugar, se encuentra al acusado que le dice que “lo había matado porque le querían matar al hermano”, que lo notaba nervioso, asustado.
La defensa del acusado le pregunta si Eduardo Varela rojas era una persona violenta: responde que con él, no. Le preguntan si Jerhy era una persona violenta: responde que era problemático, que tenía problemas con otros y andaba peleando.
Le preguntan que cómo estaba el ambiente en el lugar de los hechos cuando llegó. Dice que había de todo, había violencia, gente enojada, tenían palos y machetes. ¿Quiénes tenían palos y machetes? los que estaban en contra de las invasiones, responde.
Después declara que él oyó una versión sobre cómo empezaron los hechos. Dice que oyó de una persona hablando con otra que Jerhy le había lanzado una bomba a Juan Luis Varela Rojas cuando pasaba en moto que se cayó y en ese momento Jerhy Rivera lo macheteó.
Agrega que él llegó después de las 8 de la noche, cuando ya Jerhy había muerto. Dice que el acusado le dice a la policía que tuvo que matar a Jerhy obligadamente porque le iban a matar al hermano.
Después le preguntan si conoce un lugar que se llama Cancha Rayada. Responde que sí, que esa propiedad era de él y que no se llamaba así.
En este momento del interrogatorio por parte de la Defensa a su testigo, se cierra la sesión del día. El interrogatorio se reanudará el próximo 27 de agosto del 2024 a las 8am.
Un balance de uno de los abogados de la familia de Jerhy Rivera
Una vez concluida la sesión del día 5 de este juicio, se le consultó a los abogados sobre las pruebas presentadas ese día, así como un breve balance sobre lo acontecido durante la semana.
John Brenes menciona que aún faltan alrededor de 8 testigos de la defensa del acusado, así como presentación de otras pruebas de las partes, conclusiones y luego la sentencia; Brenes valora como positivas para la parte querellante las pruebas que se han aportado, aunque menciona que no se pueden confiar. A continuación la palabra del abogado:
El matonismo y la impunidad se presentan a la sala de juicio
Durante toda la semana del juicio, se han presentado reconocidos y violentos usurpadores ilegales de tierra así como otras personas históricamente vinculadas a perpetuar la impunidad de las agresiones que han vivido recuperantes de tierra- territorio; han permanecido en la sala y han mantenido una abierta coordinación y diálogo con los abogados de la Defensa del acusado cada vez que se hacen recesos.
Esta presencia no es sino otro ejemplo más de la impunidad con la que se mueven estos personajes, el matonismo y el acoso que estructuralmente se ejerce contra los pueblos originarios del sur sur de lo que llaman Costa Rica.
También demuestra que hay una organización de estos usurpadores y agresores que apadrina al acusado, haciéndole sentir que también está cobijado por la misma impunidad de la que ellos gozan, aún y cuando él no pertenezca a la casta poderosa que tiene interés en que este proceso judicial concluya a favor de Varela Rojas y quede en libertad. Recordemos que el Tribunal le llamó la atención al imputado por su comportamiento burlesco y desentendido que mantuvo durante los primeros días del juicio.