Escucha la palabra de Melissa y Ana María, que a las 4.21pm de hoy habrán acumulado casi 170 horas de ayuno, como una acción autónoma y libre, como protesta contra la recién aprobada ley de pesca de arrastre en la Asamblea Legislativa, y en exigencia al veto a esta ley por parte del Presidente
Ellas nos comparten por qué decidieron asumir esta acción, cómo han sido hostigadas por la policía e ignoradas por quienes trabajan en Casa Presidencial, nos comparten cómo podemos apoyar esta acción, pero también le envían varios mensajes importantes a los oidos atentos: para avanzar en la organización, para el trabajo colectivo, para mantener una exigencia firme ante el poder político ensordecido.
Su acción comenzó el pasado 23 de octubre del 2020, a las 4.21 pm, y la toma para la huelga de hambre se mantiene en las afueras de Casa Presidencial. Esta entrevista se realizó el martes 27 de octubre 2020.
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EN CONTEXTO
El proyecto de Ley para el Aprovechamiento Sostenible de la Pesca de Camarón, presentado por el diputado cristiano Melvin Núñez, se aprobó el pasado jueves 22 de agosto en la Asamblea Legislativa en la que se reactiva la pesca de arrastre.
Esta ley puede ser vetada por el Poder Ejecutivo pero la legalidad sólo contempla 10 días hábiles a partir del momento en que la recibe para que la pueda vetar; esos días ya empazaron a correr hasta llegar al 10 de noviembre que vence ese plazo.
La pesca de arrastre es una actividad industrial, extractivista y completamente devastadora para el ambiente marino, las comunidades costeras y para miles de familias pescadoras, a las que nos les queda prácticamente nada en el mar después de que estos barcos arrasan -literalmente- con todo a su paso.
Esta actividad no es nueva en Costa Rica. Ya era practicada desde hace muchos años en la costa Pacífica que es el litoral dónde se da la pesca para el abastecimiento nacional, por lo que en las costas ya saben las terribles implicaciones que tiene esta industria.
Sin embargo, la Sala Constitucional paralizó estas actividades en el año 2013 hasta que no existieran estudios que determinaran el impacto que tiene esta actividad, por lo que las licencias a barcos de camaroneros se fueron venciendo hasta que en el 2019 operó – de manera “legal”- el último barco de arrstre.
En poco menos de un año, el mar se ha recuperado, según afirman lxs pescadorxs artesanales que han comprobado que otra vez la vida vuelve a regenerarse en el fondo marino.
Del 100% de las toneladas de vida marina que recoge un barco de arrastre, lxs empresarixs camaronerxs desechan el 80% de lo extraído. ¿Qué es lo extraído? Peces que pescan lxs pescadorxs artesanales, tiburones, medusas, corales, algas, rayas, anguilas, y todo lo que exista a su paso; todo se desecha muerto.
El diputado cristiano que impusló esta ley, en un derroche de cinismo e idiotez, dijo el mismo día de la votación, que todo lo desechado de estos barcos podía ser utilizado como comida para gatos.
Toda esta destrucción para enriquecer a unos 40 empresarios, que también han sido denunciados por explotación laboral, violencia y agresiones contra pescadorxs artesanales.
Incluso el día que se iba a votar en plenario esta ley, los buses en los que se trasladaban cientos de pescadorxs artesanales para protestar en San José, fueron detenidos por un bloqueo instalado en la calle por los empresarios y sus matones, los buses golpeados, incluso atacados con armas de fuego, según informaron las mismas organizaciones de pescadorxs artesanales.
La oposición al restablecimiento de esta actividad extractiva crece cada día que pasa, y desde diversos sectores sociales, organizaciones populares, universidades, incluso más de 3 decenas de municipalidades de 82 ya se han manifestado para exigir el veto a esta ley.
El próximo domingo 1 de noviembre se está conovocando a una gran marcha nacional como medida de presión al presidente para que vete la ley.
