En el marco de la celebración del Día Internacional de la Lucha Campesina e Indígena convocada por la Red de Mujeres Rurales, conversamos con Rogelia Rojas.
Hemos compartido con ella en otras ocasiones. Es una de esas valientes mujeres indígenas que ha perdido el miedo a expresarse y a reclamar sus derechos. Esta vez, la historia que nos cuenta es muy reciente:
El día anterior llegó la policía a sacarla de una tierra en la que ha estado por más de 7 años. Durante ese tiempo, ha sembrado muchos productos para la alimentación de su familia y para la conservación y regeneración del bosque.
Pero en Costa Rica, los territorios indígenas son administrados por Asociaciones de Desarrollo (ADI) que en muchos casos han servido como plataformas de corrupción y discriminación contra los propios pobladores y pobladoras.
En este caso, la ADI se tomó la potestad de desalojar a la familia de Rogelia para favorecer a no indígenas. Pero como la posesión de terrenos por parte de no indígenas dentro del territorio es ilegal, se le asignan a las esposas de estos, que sí son indígenas.
En el desalojo quemaron parte de las pertenencias familiares, incluidos los uniformes de la escuela de los hijos.
Estas son sus palabras: