Al Pueblo Hondureño en Honduras y el resto del mundo:

Denunciamos ante Honduras y la comunidad internacional la presente violación a la soberanía territorial hondureña y a la dignidad del pueblo hondureño que constituye el presente uso de helicópteros estadounidenses tipo Blackhawk equipados con artillería avanzada y tecnología de visión infrarroja y fotografía, así como lanzamisiles y ametralladoras en misiones de búsqueda y destrucción que están siendo efectuadas por las traidoras Fuerzas Armadas de Honduras en los territorios campesinos de la región del Bajo Aguán, en contubernio con fuerzas mercenarias extranjeras.

Existe un estado de persecución armada latente en contra de ciudadanos hondureños en esta conflictiva zona de nuestro país, cuya difusión mediática ha sido enteramente destruída mediante el reciente asesinato de varios periodistas que cubrían los hechos.

Hemos visto con nuestros propios ojos el despegue de estas aeronaves en la base militar estadounidense en Palmerola, hemos anotado sus números de navegación, y hemos comprobado que dos de estos avanzados helicópteros patrullan incesantemente ambas márgenes del Río Aguán, mientras que desde su interior personal militar estadounidense toma fotografías y realiza labores de vigilancia, búsqueda, y recopilación de inteligencia sobre el terreno y condiciones, todo en clara anticipación al genocidio al que el Gobierno de Porfirio Lobo Sosa pretende someter al pueblo hondureño y en particular a las más de 3,500 familias campesinas que exigen respeto a sus derechos como ciudadanos hondureños habitantes de la región del Bajo Aguán.

Hasta donde conocemos NO EXISTE NINGUNA RAZÓN O AUTORIZACIÓN PARA QUE FUERZAS MILITARES DE OTRA NACIÓN se encuentren facultadas a ASESINAR HONDUREÑOS MEDIANTE EL USO DE FUERZA LETAL, en colaboración y contubernio ilegal con las Fuerzas Armadas traidoras al pueblo y a la nación hondureña.

No hemos sabido que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas autorizára a Estados Unidos ó a ninguna otra potencia extranjera a desplegar Fuerzas Militares en nuestra nación, salvo las que se mantienen en la base militar de Palmerola supuestamente para propósitos de asistencia humanitaria en caso de desastres NATURALES.

No hemos sabido tampoco que el Congreso Nacional de Honduras haya autorizado para las fuerzas militares estadounidenses misiones de combate, búsqueda y destrucción, o recopilación de inteligencia, pues dichas misiones constituyen ACTOS DE GUERRA EN CONTRA DE LA NACIÓN HONDUREÑA.

No hemos escuchado que el Presidente Porfirio Lobo Sosa haya autorizado el ingreso de estas fuerzas militares estadounidenses al conflicto de carácter social que forzosamente debe ser resuelto entre hondureños mediante el diálogo y el compromiso, y no actos de genocidio en contra de pueblos y comunidades que sólo buscan un porvenir mejor.

Siendo que el presente conflicto en el Bajo Aguán es un asunto de carácter social y enteramente un asunto interno de la nación hondureña NO ENCONTRAMOS EXPLICACIÓN O JUSTIFICACIÓN ALGUNA a la presencia de aeronaves militares artilladas y listas para la guerra dentro de nuestra nación.

Dado que el gobierno de Estados Unidos decidió invadir la nación soberana de Irak en contravención a las decisiones tomadas a lo interno de los distintos entes que conforman la Organización de las Naciones Unidas, no nos extraña que decidan tambien arrogarse el poder de intervenir militarmente Honduras en contra de ciudadanos pobres y desposeídos que simplemente reclaman sus derechos, más aún así no podemos aceptar dicha intervención unilateral, irresponsable, ilegal, genocida, y asesina.

Definitivamente hemos comprobado que detrás del telón Estados Unidos está interesado en provocar una guerra civil en Honduras, para aprovechar las primeras horas de estupor y enviar fuerzas especiales hondureñas, reforzadas con unidades militares de élite estadounidenses (U.S. Army Rangers y Green Berets, que vieron acción en El Salvador durante varios años) y paramilitares al servicio de terratenientes criminales a destruír y asesinar a los campesinos, así como crear un vacío legal y gubernamental similar al creado por el golpe de estado militar contra el Presidente Zelaya, para aprovechar esa oscuridad y asesinar a todos los dirigentes del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, y a cuantos manifestantes sea posible, para despues proceder a invadir el país como ‘cascos azules’, y permitir el exterminio completo del movimiento de resistencia civil pacífista, como actualmente lo hacen en Haití, donde la mayoría de los que caen asesinados por la ‘criminalidad común’ son pertenecientes a los movimientos reformistas ciudadanos de esa nación hermana.

Este escenario de espantoso genocidio ha sido tomado del manual de exterminio de la Schutzstaffel (Waffen-SS) del Partido Nazi de Alemania antes y durante la Segunda Guerra Mundial, durante la cual perecieron más de seis millones de ciudadanos judíos europeos bajo el esquema nazi de ingeniería social genocida. Por ello reconocemos que el mismo esquema piensa ser aplicado al pueblo hondureño, en especial a quienes marchamos en las calles exigiendo una mejor nación.

Hacemos responsable al gobierno guerrerista de Barack Obama por el genocidio espantoso que sus fuerzas militares asisten, planifican, e impulsan mediante el uso de sus propios recursos militares en contra del pueblo hondureño.

A la vez, hacemos doblemente responsable al gobierno golpista de Porfirio Lobo Sosa por este acto de alta traición a la patria, permitir el ingreso de fuerzas militares extranjeras que colaboran con la persecución y el asesinato de ciudadanos hondureños, constituyendo este un acto de agresión sin precedentes en esta crisis, y un escalamiento de hostilidades en contra del pueblo hondureño.

Así mismo llamamos con toda nuestra fuerza a todos los hondureños residentes en otros países del mundo para que denuncien estos actos genocidas ante sus autoridades correspondientes, y ante todas las asociaciones de ciudadanos alrededor del mundo que se encuentren luchando por la defensa de los derechos humanos y el bien de la humanidad entera.

No tenemos miedo, ni pensamos quedarnos de brazos cruzados para dejar que nos acorralen dentro de esquemas fallidos de mentes lunáticas y senilidades hitlerianas a las que son tan adeptos los criminales cleptócratas invasores de nuestra nación.

No nos callamos, no cerramos los ojos, ni retrocedemos ni para tomar impulso, pues la sangre de nuestros ancestros y nuestros mártires nos llama a levantarnos.

Por la dignidad, la vida, y el derecho ser artífices de nuestro propio destino,

¡Resistimos y Venceremos!

Frente Nacional de Resistencia Popular. Norte, Honduras.

FNRP-NORTE

Deja una respuesta