La canciller de Honduras, Patricia Rodas, quien fuera secuestrada por las fuerzas militares de ese país y sacada hacia México después del golpe de Estado contra el presidente Zelaya, partió este lunes hacia Nicaragua junto al presidente mexicano, Felipe Calderón, para participar en la reunión del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), en donde se discutirá la ruptura del hilo constitucional en esa nación centroamericana.
Luego de llegar esta madrugada a México, donde fue recibida por representantes del gobierno de esa nación y al presidente, Felipe Calderón, Rodas abordó el avión presidencial mexicano junto a Calderón hace unas horas rumbo a Nicaragua.
Así lo confirmó la corresponsal de teleSUR en México, Laura Simón, quien detalló que Rodas asistirá a las reuniones del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA) y el Grupo de Río.
Al llegar a México luego del golpe de Estado que se desarrolló en su país, la canciller de Honduras, Patricia Rodas, señaló que en su permanencia en esa nación tuvo calidad de invitada, en la que sostendrá una reunión de trabajo con su homóloga mexicana Patricia Espinosa.
Rodas se encontraba desaparecida, al igual que otro miembros del gabinete hondureño, luego de un golpe de Estado militar que incluyó el secuestro del presidente de ese país, Manuel Zelaya, quien fue trasladado posteriormente a Costa Rica.
Cuando recibía la visita de embajadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua en su residencia, Rodas fue secuestrada por comandos militares encapuchados ejecutores del Golpe de Estado, momento a partir del cual fue desconocido su paradero.
“En este momento nosotros tenemos calidad de invitados de la República mexicana , recuerde que somos gobierno. El presidente Zelaya es el presidente constitucional de Honduras, dijo Rodas en declaraciones a la prensa, antes de partir a Nicaragua acompañada por el presidente de México, Felipe Calderón.
“Estamos invitados a una reunión de trabajo con la canciller Patricia Espinosa”, dijo Rodas.
Además, indicó su viaje a Nicaragua para participar en una reunión del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), en el cual posee responsabilidades junto a Zelaya, así como en encuentros de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) y el Grupo de Río.
Aseguró que que México ofreció cooperación para ayudar, junto a otros países de la región, a resolver este problema en Honduras, donde ya fue juramentado un gobierno de facto, encabezado por el presidente del Congreso de ese país centroamericano, Roberto Micheletti.
“El presidente Calderón nos ha ofrecido apoyar para que vuelva la paz a nuestro pueblo”, aseveró Rodas.
Desestimó el que se haya llevado a cabo el golpe de Estado en su país, al señalar que ese tipo de sucesos parecían formar parte del pasado de Honduras.
“Pertenezco a una generación que creció con la esperanza de recuperar la democracia. Creíamos superado ese momento, pero aquel momento de golpes de Estado y de gobiernos de facto quedó mal enterrado”, sostuvo Rodas.
Más temprano, en declaraciones a teleSUR antes de abordar el avión presidencial mexicano con destino a Nicaragua, Rodas señaló que “la democracia siempre será la llave maestra para resolver los problemas de nuestros pueblos”.
Además, agradeció el apoyo recibido de parte de la comunidad internacional, especialmente de las naciones que junto a Honduras integran el ALBA.
“Agradecemos a la comunidad internacional por el apoyo al presidente legítimo de su país, especialmente a los gobiernos de Venezuela Bolivia, Cuba y Nicaragua”, expresó Rodas.
Además, Rodas valoró la racionalidad de las posturas en apoyo a Zelaya, las cuales, a su juicio, servirán “para poder consolidar las democracias de nuestros pueblos”.
El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, fue obligado a abandonar el país, poco antes de que comenzara una consulta popular para determinar si se convocaba a una Asamblea Nacional Constituyente, la cual había sido rechazada por el Parlamento y el Tribunal Supremo.
Militares con antifaces sometieron a Zelaya dentro de su residencia, llevándolo posteriormente a una base aérea en Tegucigalpa, la capital hondureña, desde donde fue trasladado más tarde a Costa Rica, donde fue recibido como jefe de Estado constitucional por parte del presidente de ese país, Oscar Arias.
Consumadas estas acciones golpistas, Micheletti prosiguió con su juramentación como presidente del gobierno de facto y reveló una falsa carta de renuncia firmada por Zelaya, quien desde Costa Rica negó que haya decidido separarse voluntariamente de su embestidura presidencial.