No estamos muy seguros, pero es posible que este gobierno sea uno de los que más escándalos haya tenido en la historia contemporánea de nuestro país…
Como mínimo debe estar en “top ten” de los más cuestionamos, y eso que todavía queda año y medio, en los que estamos seguros se revelarán algunos otros “secretillos” del gobierno.
El más reciente está relacionado con la compra de bonos de deuda por parte del gobierno chino.
Sus protagonistas son, a ver si adivinan…
Sí, nuevamente el capitán sin rumbo, Oscar Arias. El jefe de nuestra diplomacia sin coherencia ideológica y oportunita, Bruno Stagno.
Un hombre que es embajador en China y que hace honor a su apellido, todo un Burgués, Antonio. También está el ministro del güevo, Guillermo Zúñiga.
¿Y adivinen quién aparece de nuevo?
Sí don Alfredo Ortuño… quien fungió como tesorero de la campaña electoral de Arias, y donó cerca de siete millones a esa campaña… pero además ahora es gerente del Banco Centroamericano de Integración Económica… el banco que recibió y administraba los fondos de Taiwán…
Resulta que don Alfredo Ortuño, según publican medios de prensa, viajó a China en el primer semestre del 2007 con los ministros que negociaron la venta de bonos de deuda pública por $300 millones.
¿qué hacía don Alfredo en esa reunión? ¿es acaso don Alfredo algo de este gobierno, además de “facilitar”, tipo recursos humanos, las contrataciones de los consultores del gobierno financiados por Taiwán?
Y es que el asunto de los bonos de deuda por 300 millones de dólares se las trae. Pero a ver quiénes son los otros protagonistas de este nuevo escándalo.
Don Bruno Stagno, quién firmó un memorando de entendimiento con la diplomacia China, según informa la prensa, Stagno “… viajó en esa oportunidad de manera secreta a Pekín junto con el ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga.”
En dicho memorando se establece el crédito chino de $300 millones, a 12 años y a un 2% de interés, esto no fue incluido en el Convenio de Cooperación Económica y Técnica entre Costa Rica y China que Arias firmó el 24 de octubre de 2007.
En el memorando también se acuerda el compromiso de Costa Rica de romper cualquier relación oficial con las autoridades de Taiwán, incluyendo el plazo de menos de un mes para que el personal diplomático taiwanés se retirara del país.
Aunque se rompen la relación oficial, sí se permitieron vínculos económicos, educativos y culturales, no oficiales, con Taiwán.
En otro punto del acta, China se comprometió a donar $130 millones en un lapso no mayor a cinco años, de los cuales $30 millones se depositarían antes del 2009 y los otros $100 millones serían para los proyectos que Taiwán abandonó tras la ruptura de relaciones por parte de Costa Rica.
Este memorando se firmó el primero de junio de 2007, cinco días después, el 6 de junio, se dio a conocer el establecimiento de la relación con China, y la ruptura con Taiwán.
Tuvieron que pasar año y tres meses, y algunos recursos de amparo para que se conocieran los detalles de este documento oficial, porque el gobierno chino había solicitado que los términos de la compra de los bonos fuera secreta.
Tanto el Ministro de Hacienda, como el canciller y el presidente aceptaron estos términos, a pesar de que Antonio Burgués, embajador de Costa Rica en China, desde el 21 de setiembre d 2007, había advertido la ilegalidad del secreto en el manejo de estos bonos.
Antes de que se diera a conocer la existencia de dicho memorando, el Ministro de Hacienda había dicho que el gobierno chino exigió la confidencialidad, pero ya sabemos que Zúñiga mintió.
Y según ha revelado la prensa no consta en los documentos “ninguna presión de China para que ese requerimiento fuese aceptado, ni alguna discusión por parte de las autoridades costarricenses al respecto”. En el memorando no consta por tanto la supuesta exigencia china de confidencialidad.
Es más, cuatro meses después dela firma de esta memorando d entendimiento, el ministro de Hacienda, Guillermo Zúñiga, acepta los términos del crédito y promete tomar las medidas necesarias para que no se publicaran detalles de la venta de bonos por $300 millones, ni el nombre de la entidad que compraría los títulos: la Administración Estatal de Reservas en el Extranjero (SAFE, por sus siglas en inglés).
La nota es del 7 de enero del 2008, y está dirigida al administrador de esta agencia estatal china, Fang Shangpu. Y dice textualmente:
“Tomaremos las medidas necesarias para prevenir el descubrimiento de las condiciones financieras de esta operación y de SAFE como el comprador de los bonos de la deuda ante el público. Solamente con autorización explícita de SAFE podremos revelar esas condiciones’’
El 23 de enero, China depositó los primeros 150 millones de dólares, de los 300 acordados. El Ministro de hacienda, Zúñiga dio a conocer la declaratoria de “secreto bursátil” sobre esta transacción, argumentando que el inversionista, en esta caso el gobierno chino, no autorizaba publicar los datos.
Por la presión que se generó, se reveló una de las casualidades, que es la participación del banco BCT, del cual Antonio Burgués es fundador, accionista y directivo.
BCT custodia los bonos emitidos a cambio de los 150 millones de dólares recibidos en enero.
Según se ha argumentado, el BCT es la única entidad bancaria nacional que tenía contrato firmado desde 1997 con el Banco de Nueva York, custodio global para las inversiones mundiales de China.
Burgués ha dicho en su defensa que se trata de una coincidencia, ya que él no ha tenido ninguna incidencia a través de su cargo, para el que BCT actuara como custodio de los bonos.
En su explicación mencionó que la venta de bonos no aparece en los convenios de cooperación económica bilaterales que firmó Arias en su gira por China, en octubre del 2007.
¡Terrible casualidad!…
Y como ya hemos visto, este gobierno está maldito de casualidades, porque de alguna manera, por pura casualidad, todos están relacionados, como si fueran todos familia… ¡pero es eso nomás, pura casualidad!