El ex presidente Ricardo Maduro, propietario del Grupo Invosa que edita esa radioemisora, “muestra cómo se presta o es parte de este gobierno usurpador que viola el derecho a la libertad de expresión”, sostiene el Centro de Derechos de la Mujer.
Redacción / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La represión de la dictadura y sus testaferros ahora se ensaña contra las organizaciones feministas del país, que repudian el golpe de Estado contra el Presidente Manuel Zelaya, orquestado el pasado 28 de junio. Este domingo (18 de octubre) fueron cerrados tres programas radiales contratados en Radio Cadena Voces, los espacios fueron suprimidos por los empresarios atendiendo al ilegítimo Decreto Ejecutivo PCM-019-2009, derogado en fecha reciente y que suspendía las garantías constitucionales, entre otros, al de la libertad de prensa.
Los programas clausurados por la dictadura de Roberto Micheletti son del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, del Centro de Estudio de la Mujer (CEM-H) y del Centro de Derechos de Mujeres (CDM). Informes de esas agrupaciones señalan haber recibido una nota vía fax, donde la gerencia de la radio les anuncia que la decisión tiene efectos inmediatos.
El Grupo Invosa, propiedad del ex presidente Ricardo Maduro, “muestra cómo se presta o es parte de este gobierno usurpador que viola el derecho a la libertad de expresión”, sostiene el CDM.
REPUDIO A LAS VIOLACIONES
En un comunicado, la organización recuerda que desde un principio se integró a la resistencia y “denunciamos las múltiples violaciones a los derechos humanos, en particular de las mujeres, que ocurren de parte del gobierno golpista”.
El Movimiento de Mujeres “Visitación Padilla” “repudia este nuevo atentado a la libertad de expresión cometido durante el golpe de Estado”, ha dicho la coordinadora general, Gladis Lanza, quien agregó: “Es una de las grandes represalias de la dictadura contra las organizaciones de la resistencia”.
Se supone que con eso nos callan –continúa Lanza–, pero vamos a buscar otros mecanismos de divulgar las violaciones de derechos humanos que se cometen, las arbitrariedades y la exigencia de la restitución del orden constitucional