El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva pidió este martes al gobierno de Honduras aceptar una solución “negociada y democrática” que permita el regreso de Manuel Zelaya al poder.
Lula lanzó además una advertencia al gobierno de Micheletti, exigiendo que respete la inmunidad de la embajada. “Nosotros esperamos que los golpistas no entren a la embajada brasileña”, enfatizó.
Esta madrugada, las autoridades procedieron al desalojo de los seguidores del ex presidente, que se mantenían en las afueras de la legación diplomática pese al toque de queda decretado por el gobierno.
Zelaya llegó ayer a Honduras, aproximadamente a las 3:00 de la mañana, y se refugió en la embajada brasileña en Tegucigalpa.
El presidente brasileño dijo en Nueva York, donde se encuentra para participar en la Asamblea general de la ONU, que habló por teléfono con Zelaya, refugiado desde el lunes en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
Según el ministro de Defensa, Adolfo Lionel Sevilla, país sudamericano, que no es Venezuela, colaboró para que el ex presidente entrara a Honduras.